Me quedo sin palabras para describir la belleza de los interiores de las habitaciones infantiles que nos proponen RH baby&child. Siempre me ha parecido, y más que nunca últimamente, que las habitaciones infantiles se decoran de manera demasiado estridente, con colores demasiado ácidos y fuertes, saturadas de dibujos... y por desgracia cada vez más estereotipadas. Parece que no podemos vivir sin tener presentes a todas horas y en todas partes a esos personajes que nuestros hijos ven en la tele dia y noche... parece que lo invaden todo con sus campañas más que agresivas en un intento de ser omnipresentes. O eso, o nos pasamos al otro extremo, al azul para el niño y el rosa para la niña, olvidando que el mundo del color es muy rico, y que la dulzura y la calidez que queremos transmitir al bebé, también se encuentra en otros tonos igual de agradables a la vista.
La firma RH baby&child me ha sorpendido gratamente con su propuesta en colores típicamente asociados con la infancia, pero también abierta a otras posibilidades. El gris, el crema, el ocre, el beige, el dorado, los cristales, los espejos, y los muebles, robustos, señoriales y lujosos, pero a la vez livianos nos dan la sensación de estar en la estancia de verdaderos príncipes y princesas. En las paredes predomina el blanco y los colores suaves o las maderas claras, decoradas con espejos, cuadros, apliques de luz u otros elementos decorativos, y los techos aparecen embellecidos con molduras.
También encontramos elementos decorativos como el capitoné en las tapicerías, las arañas de cristal, las cestitas de mimbre, los cojines, los espejos o las alfombras, tan utilizadas en la decoración de otras estancias del hogar, pero cuya presencia hasta ahora en las habitaciones infantiles era poco frecuente. Y me parece genial porque sé que a los pequeños de la casa les encanta jugar en el suelo o mirarse en el espejo.
Colores suaves y cálidos, que crean un ambiente relajado y un bienestar palpable solo con ver las fotografías. Habitaciones sin excesos, en orden, con pocos juguetes, que invitan al descanso, al juego y al equilibrio.
Estoy segura de que yo hubiese disfrutado creciendo en una habitación así, dónde el suelo es una mullida zona de juegos, los pajaritos reposan sobre la cuna, y hay luces aunque no sea navidad. Y sabiendo que un caballo noble y valiente espera a los pies de mi cama para cabalgar juntos.
Quizás sea una chalada de la decoración, ¡pero estas habitaciones infantiles me parecen un sueño!... ¡y no sé cual me gusta más!...
Un lugar para ellos, para que jueguen, se diviertan, canten, bailen, duerman y sueñen, para que crezcan y aprendan y se sientan en paz. Para que se sientan como lo que realmente son: los reyes de la casa.
;)