Vamos a imaginar una casa de campo de madera azul. Es una casa preciosa, con tejas marrones, ventanas también azules de cuarterones de cristal y con un par de habitaciones y un ático acogedor. Tiene un precioso jardín lleno de árboles, praderas de césped y grandes maceteros con pequeños arbolitos y plantas aromáticas.
Fuente: pinterest
Tiene una caseta para las herramientas de jardinería, y un acogedor espacio con mesas y sillas de metal y mármol blanco colocadas sobre un suelo de gravilla dónde desayunar bajo el sol de la mañana.
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Tiene un baño muy exótico, con paredes pintadas en tonos oscuros, y cuadros de hermosas aves decorándolas. Las coronas de helechos y las macetas con flores cuelgan de ellas dándoles ese aire botánico tan refrescante. Sobre un mueble antiguo se ha instalado un lavamanos con una grifería vintage, y bonitos jarrones y objetos decorativos de porcelana blanca le aportan un toque de pureza.
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El acogedor ático está decorado con papel pintado, muebles de colores claros y líneas clásicas. El techo de la habitación luce robustas vigas y el suelo está abrigado con una cálida alfombra en color beige y coral. Desde la ventanita del ático la vista se alegra con la visión de la bonita caseta del jardín, también de color azul.
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Bajo la sombra de un árbol, nos encontramos con otra caseta para herramientas que se haya en mitad del sendero que conduce al huerto; allí se apilan los contenedores y macetas metálicas rebosantes de hermosas hortensias blancas y plantas aromáticas. Un decorativo banco rojo nos invita a sentarnos y disfrutar de los aromas de la naturaleza.
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Mullidos cojines de lino rosa descansan sobre la funda nórdica del mismo hermoso y noble material, invitándonos al descanso en mitad de la tarde veraniega. Que fácil es imaginar esa bonita casa de campo de madera azul, ¿verdad?.
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