Me encanta este anuncio, y de vez en cuando siempre vuelvo a mirarlo. Si me paro a pensarlo, creo que es por tres razones. La primera es que soy fan de Ikea, y me encanta como al final del video queda la terraza de preciosa, una terraza que estaba practicamente en derribo...la segunda por la historia que nos cuentan, o más que eso, por la moraleja de la historia. Cuantas veces nos hemos cruzado con seres que han cambiado nuestra vida, con situaciones que se presentan de improviso y que lo ponen todo patas arriba, cambian nuestra visión del mundo, nos cambian a nosotros. Encontrar un animal abandonado y ver como al final él te acaba salvando a tí, conocer a alguíen en el momento más inadecuado, y descubrirte con el tiempo dándo las gracias por haberle conocido. A veces nos cuesta hacer las cosas para nosotros mismos, supongo que porque no hemos aprendido todavía a querernos como nos merecemos, pero en cambio podemos convertirnos en héroes para salvar a los demás, y al final, descubrimos que la recompensa es mútua, que cuando sacamos lo mejor de nosotros mismos para dárselo a los otros, normalmente recibimos más de lo que damos. Y la tercera razón es porque creo firmemente que, como ocurre con la terraza del anuncio, todas las casas pueden convertirse en hogares, solo hace falta conectarnos con ellas, descubrir sus virtudes y sus puntos fuertes y potenciarlos. También hay que ser conscientes de sus defectos, e intentar conseguir que se aprencien lo menos posible. Nuestro hogar debe ser una imagen de nosotros mismos, un lugar en el que nos sintamos a gusto, al que deseemos volver más que nada en el mundo, nuestro refugio. Decorar nuestro hogar es una aventura maravillosa, que a veces dura toda la vida. A mi me gusta que mi casa cambie con las estaciones, por eso en verano la visto de azules y blancos, y al llegar el otoño me apetecen más los tonos tierra, los ocres, marrones, crema... cambiando los cojines, las cortinas y los manteles de las mesas, abrigando con plaids y mantas, encendiendo unas velitas, conseguimos aportar cálidez, y lo más importante, consumir menos energía. Te animo a que tu también te embarques en la aventura de transformar tu casa en tu hogar, el resultado vale la pena.